miércoles, 13 de octubre de 2010

La fe mueve montañas

Treinta y tres mineros han estado casi 70 días enterrados vivos en las entrañas de la tierra. Treinta y tres días ha durado la estrategia de hacer llegar un túnel hasta el mismo lugar donde estaban. Y hoy 13/10/10, es decir 13+10+10=33 los han sacado a todos, incluidos a los cinco rescatistas, sanos y salvos. En un solo día de punta a punta.

Ayer martes antes de medianoche vimos en directo como el primer rescatista, Manuel, se lo tragaba la tierra dentro de una capsula de salvamento de 66 centímetros de ancho. Con emoción y con la angustia en el corazón esperamos casi quince minutos hasta que las imágenes de televisión mostraron como llegaba al fondo de la mina. Luego subió el primer minero que pudo abrazar a su hijo de siete años a las 00.10h del miércoles. Vimos otro minero aparecer y ya nos fuimos a dormir, llenos de orgullo por el espíritu de tenacidad que los chilenos nos han mostrado. Nadie dudaba que lo iban a conseguir ya que ha sido un acto colectivo de fe, empezando por sus familiares que durante los primeros 17 días del desastre eran los únicos que decían que estaban vivos.

Durante todo el día hemos estado atentos al desenlace final de esta historia. Cada uno ha estado en sus cosas. Yo fui a trabajar a ACDE (Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa). Por la tarde llevé a Manuel a un aniversario de una amiguita del colegio. Mi mujer estuvo toda la tarde dando clases. Por internet íbamos conociendo las noticias. Al final del día escribo esta nota para expresar mi emoción y mi agradecimiento para el pueblo chileno que nos ha demostrado unidad, fe y amor junto con la solvencia técnica y la inteligencia de ponerse a trabajar todos para el bien común.

Justo hoy una vecina de mi barrio, el barrio de Coghlan, me trajo una imagen de la virgen que estos días va de casa en casa. Se trata de la Virgen de los Ángeles de la parroquia de los capuchinos que está a tres cuadras de casa. Estará con nosotros hasta el sábado. Luego se irá a otra casa. La cuidaremos bien. Mateo dice que es como la biblioteca circulante del colegio

La Virgen es el símbolo perfecto de la madre, de la mujer. Madre que escucha a sus hijos sus peticiones y madre que convierte esta escucha en una nueva realidad, en una nueva creación. Ahora justo cuando acaben de sacar a los rescatistas se irán las televisiones del desierto de Atacama, el lugar volverá a la normalidad, al anonimato. Pero nadie podrá olvidar que estos mineros nos han dado una lección. Todos querían ser los últimos en salir, cuando todo se derrumbó preguntaron si los otros compañeros estaban bien. Su fe ha movido montañas como dijo Piñera, el presidente de Chile. No es una frase, es una realidad. Los mineros lo saben porque ellos participan de este misterio de la vida al adentrarse cada día en la madre tierra y conocer los secretos de lo que vale la vida cada día y a cada paso.

Ya han salido todos y también han aparecido las faltas éticamente graves de la empresa que gestionaba la mina. Entre los 33 mineros había uno sin documentación para trabajar y otro era menor de edad, además del poco mantenimiento de la mina. La rentabilidad por encima de las personas. Pero esto en Chile les aseguro lo van a terminar. Tienen derecho a sacar rédito de esta hazaña, también los mineros tinen derecho. Los mass media los querrán convertir en hombres de fama. Pero son gente sencilla, no creo que les suban los humos a la cabeza. En ACDE hay un superviviente de la tragedia de los Andes, Carlos Páez Vilaró, que da charlas de liderazgo a empresas. También es una persona sencilla, pero su problema, como el de los mineros a partir de ahora, es que la gente cuando le preguntaba por su vida siempre lo relacionaba con estos hechos trágicos y heroicos al mismo tiempo. A Vilaró siempre le preguntaban lo mismo, como fue la supervivencia en los Andes y al final, ante tanta insistencia, se dedicó a dar conferencias.

Como me gustaría que Argentina pudiese aprender algo de Chile. O de Perú.o de Uruguay. No digamos ya de Brasil. Pero los dirigentes peronistas no lo harán, son demasiado orgullosos y tienen demasiados negocios personales que cuidar. El himno argentino canta tres veces libertad, libertad, libertad. Pero no hay libertad sin amor porque nadie que quiera amar lo puede hacer sin estar atado a los rencores. Argentina respira aires de rencor mientras Chile inspira aires de libertad ¡Que pena que los Andes sean tan altos porque necesitamos respirar otros aires, incluso en Buenos Aires! Argentina está llena de gente buena y muy trabajadora, también se merece plantar el campamento-esperanza como el instalado en el desierto de Atacama.

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