martes, 19 de enero de 2010

Emigración con fondo cultural

Ayer veía un canal privado de TV sobre la emigración de refugiados políticos en Argentina. El programa se llama “Argentina para armar” (armar = construir). En un momento del debate la presentadora dijo que era cristianamente un deber acoger a todas estas personas tan vulnerables que sufren por la violencia de Estado. Al decir cristianamente, la presentadora se quedó callada durante un instante para decir a continuación: “bueno, judeocristianamente”. Yo no me lo podía creer. Este hecho es impensable en la TV pública de Cataluña, no por lo de judeocristianamente, sino por lo de cristianamente. O por los dos. Pero la presentadora no quedó muy a gusto con lo que añadió, quizás pensó que en lugar de arreglar la frase anterior la había liado más. Y me parece que tenía razón ya que el judeocristianismo era la iglesia inicial que desapareció a principios del siglo II. La Historia les dio la misión de ser el eslabón en el diálogo y fraternidad entre el judaísmo y el cristianismo, pero no pudo ser… (Hans Küng, El cristianismo, esencia e historia. Editorial Trotta). Esta falta de diálogo conllevó enormes injusticias para el pueblo judío que hoy poco a poco se van reparando. Quizás nunca se hubiese llegado al holocausto. Y si el holocausto no se hubiese producido ahora en Cataluña nos ahorraríamos el bochorno de ver como el gobierno actual de Cataluña y también el Ayuntamiento de Barcelona quieren conmemorar este hecho el próximo día 27 de enero sin invitar en su organización a la comunidad israelita de Barcelona. Ustedes disculpen, pero son cosas de la izquierda progresista de mi país.

Quería hablar de emigración ya que la ciudad de Vic, en Cataluña, está viviendo un vía crucis por decir públicamente que no puede inscribir en su censo a más inmigrantes irregulares y seguir dándoles servicios de educación, salud y vivienda gratis. El bufete Roca Junyent, con presencia en Buenos Aires, a petición del ayuntamiento analizó la ley y ha señalado que la intención de éste de no permitir el empadronamiento en situación irregular, "no puede ser tildada de ninguna de las maneras como incorrecta o contraria a la ley". La ley distingue entre procedentes de la UE y de otros países, los cuales precisan que el pasaporte "se acompañe del perceptivo visado". Me parece que es sensato y nada racista. Ustedes tendrían que conocer el grado de apertura hacia el inmigrante en la zona de Vic, es realmente ejemplar y digno de aplaudir. ¿Será que la historia del cristianismo, que tan fuerte arraigó en esta ciudad, tiene algo que ver? Si van un día a Cataluña les invito a conocer Vic, sus gentes y su arquitectura. Y también a comer butifarras. ¡Que ricas son!

Mientras esto sucede en Vich, el ministro socialista español de la cartera de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo que la ley es clara y obliga a las corporaciones municipales a empadronar a los irregulares, para concluir con un "eso es lo que tienen que hacer". La política española sigue anclada en el autoritarismo y la falta de respeto hacia las naciones sin estado como Cataluña a la cual le impiden que tenga políticas propias en materia de emigración alegando que eso es solo competencia de los estados. En realidad estas competencias las tendrían que tener los ayuntamientos ya que son los que viven los conflictos de vecindad y las posibles soluciones de convivencia de primera mano.

Volviendo a Argentina, en el programa de ayer me enteré que en el 2008 hubo más de 800 peticiones de solicitud de asilo político y que esto suponía un aumento del 40% respecto al año anterior, el 2007. No sé cuales serán las cifras para el 2009 porque no lo dijeron, pero los invitados del programa apuntaron que esto va a más y que Argentina se puede convertir en un país refugio debido a su apertura hacia estas personas tan vulnerables que son objeto de violencia de Estado. Respecto a la lucha internacional en pro de los derechos humanos, Argentina ha sido uno de los países que más se ha implicado en estos últimos años para que la justicia no deje sin impunidad a los represores. En honor a la verdad (no a la verdad de la milanesa de la cual ya les hablaré en otro momento) los Kirchner han estado muy bien en esta política de Estado. También en ser el primer país en llegar con ayuda humanitaria a Haití lo cual recibió un aplauso de Obama y de Clinton.

El debate televisivo seguía y por eso supe que la Constitución argentina ratificada en 1994 (http://www.diputados.gov.ar/) dice en su artículo 25 que: “El Gobierno federal fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes.” Sí, sí, lo han leído bien. El texto dice que el gobierno federal fomentará la inmigración europea. ¿Qué tengo yo como europeo que no tenga un sudamericano? Ustedes disculpen, pero eran cosas de la derecha peronista de Menem.

Luego la antropóloga Maria Paula Cicogna dijo que en materia de emigración se había dado un salto cualitativo con la nueva Ley de Migración que es muy abierta con las personas del Mercosur y los de la región latinoamericana, pero más limitada para con otros países. No dijo cuáles, pero no pueden ser europeos porque caerían en una falta de anticonstitucionalidad. La política migratoria en Argentina es muy flexible y permite fácilmente la entrada, pero el emigrante no europeo es un emigrante no deseado según los africanos presentes en el programa. La antropóloga también dijo que Argentina se va a convertir en un país pionero en materia de emigración al dar salud, vivienda y educación gratis a todo el bienvenido. El problema es que los funcionarios que deben aplicar la ley – son sus mismas palabras - la desconocen y de esta manera muchos no pueden llegar a acceder a sus derechos. A lo cual Nengumbi Celestino Sukama, un senegalés que lleva bastante tiempo en el país, añadió que en materia de refugiados políticos, Argentina no tiene aún una política de inserción y protección a los refugiados a pesar de haber ratificado todos los tratados al respecto de las Naciones Unidas. En política todo se puede revertir. Que no tenga política estatal no significa que no haya gente e instituciones, incluso públicas, que no traten de humanizar estas realidades como la Defensoría General de la Nación que hace un muy buen trabajo con menores inmigrados. Quizás Francia, un país tan progresista y de tanta tradición cristiana pueda explicar porque mantiene en sus fronteras desde hace más de 20 años a Jean-Claude Duvalier, el dictador haitiano asesino que saqueó al país y lo preparó para la desgracia que ahora viven los haitianos.

Para acabar, y sabiendo que Cataluña y Vic tienem que arreglárselas solas con este tema de la emigración, les daré un dato estadístico que me parece de lo más llamativo para entender que cuando uno abre sus puertas a los otros, todos salen beneficiados. El gobierno de la Generalitat de Catalunya hizo, en el 2003, la exposición: “Cataluña tierra de acogida”. En el libro que se presentó había un artículo del sociólogo Lluís Recolons i Arquer, director del Instituto Migra-studium de Barcelona. El artículo se titulaba “El modelo demográfico de Cataluña y su evolución” y en la página 73 decía textualmente: “Ana Cabré (socióloga) hace un análisis comparado de la evolución de Argentina y Cataluña, las cuales a pesar de la desigualdad entre sus superficies territoriales, alrededor de 1860-1870 tenían unas magnitudes de población parecidas. Resulta que en el 1960, cien años más tarde, Argentina tenía cerca de 20 millones de personas mientras que Cataluña tenía 4 millones de personas. Pues bien, el 1960, en Argentina la población inmigrada representaba el 25% del censo y el crecimiento migratorio, por el arrastre de los cien años, había aportado el 27% total de la población. En Cataluña, el 1960, el 35% de sus habitantes habían nacido fuera de su territorio, y el crecimiento migratorio representaba el 62% del crecimiento demográfico total por los cien años transcurridos”. Estos últimos años aún fortalecen más esta tendencia de Cataluña como país de acogida neta emigratoria ya que la población pasó de unos 6 millones en el año 2000 a unos 8 millones en la actualidad debido a la intensa recepción de emigrantes y su mayor tasa de fecundidad. Pienso que en el largo plazo los países que acogen a los más débiles salen beneficiados ya que integran en su realidad social una riqueza que de otra manera ni se produciría. El tema de la identidad es algo que no se soluciona cerrando fronteras sino abriéndolas.

1 comentario:

  1. Parte del problema planteado radica en lo "políticamente correcto". A pesar de todo, hay que ir con cuidado acerca de los hechos de Vic: la extrema derecha, xenófoba y fascistoide, se cuela por las rendijas de una legislación un tanto ambigua. Es un hecho que el "buenismo" de determinados partidos políticos está dando cobijo a un "sinpapeleo" que acepta por igual a un inmigrante que llega a Catalunya (AMB "NY", SI US PLAU!!!) por necesidad o al que llega para establecer sus negocios ocasionalmente mafiosos. Pero prefiero la ingenuidad del "buenismo" (por algo se empieza) a la intolerante y mezquina demagogia fascista. Lo que falta, ante todo, es sentido común, sentido de estado (esperemos que algún día Catalunya lo sea) y sentido comunitario a nivel continental. Mientrastanto, la cháchara de determinados partidos, el oportunismo de otros y la ingenuidad de muchos ciudadanos provoca conflictos como los que vivimos estos días.
    A propósito del "judecristianismo": ¿cuántas veces he dicho que el cristianismo no es más que un judaísmo reformado y propagado mediante el sustrato cultural griego? Judaísmo + Helenismo= Cristianismo.
    ¡Viva la República laica!

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