La prisión económica Argentina
Estos días me leí un interesante libro del periodista e historiador Daniel Muchnick que se llama “Tres países, tres destinos” y compara la evolución económica de Argentina con Canadá y Australia desde inicios del siglo XIX hasta hoy. Los tres países empezaron su andadura de manera parecida, es decir, con una población, unos recursos naturales y unas distancias respecto a las metrópolis similares.
Mi lectura iba en paralelo a las recién elecciones cívico ejemplares que se han dado en Chile y Uruguay. Durante estos días se está hablando y mucho en Argentina del modelo político que están siguiendo los países vecinos. Chile recién entró a formar parte de la OCDE como miembro 31 y es el primer país latinoamericano en hacerlo, lleva 25 años creciendo a una media del 5% anual y la pobreza llega al 7% de la población, su inflación en el 2009 fue negativa y han presupuestado una del 2,5 para el 2010. Uruguay es un país que atrae inversiones por su estabilidad jurídica y ha sido el primer país de la región en dar a todos los chicos de las escuelas una computadora gratis para facilitar el acceso a las TIC en la educación. Chile y Uruguay están avanzando porque crean consensos entre la patronal, que sabe crear riqueza, y un gobierno que intenta que ésta se reparta en una economía social. También lo hace Brasil, en donde el control de la inflación es política prioritaria del Estado y los sindicatos participan de ella (Lula era sindicalista). Paraguay y Bolivia están viviendo una reforma política en donde los “sin voz” de toda la vida tienen ahora en el ejecutivo una representación política acorde con las esperanzas de su pueblo, a pesar de todas las contradicciones que existen y que son inevitables debido a sus propias historias de pasado. Perú, un país ya más lejano de la región del Mercosur, está siguiendo la estela que en su día emprendió Chile.
Y mientras, ¿Que pasa en Argentina?
El argentino vive lamentándose porque su vida política está faltada de consensos, de comunicación, de amor hacia los pobres, de respeto hacia el que piensa distinto. Es puro tactismo y nula estrategia a largo plazo para el bien de sus gentes. A las gentes que los jodan o se vayan a Australia, Estados unidos, Canadá o donde sea. Pero si se quedan que sepan que lo público en Argentina es coto privado y será así por mucho tiempo. Los argentinos lo saben y es por eso que en la corta distancia son personas magníficas, amigables, familiares, responsables, trabajadoras y creativas. Pero en lo común son de genética italiana, es decir, tanto les da que gane Menem, Kirchner o Berlusconi, porque saben que no tiene solución. La receta que todos se aplican es el sálvese quién pueda. La división aparente del peronismo, el cual siempre gobierna ya sea en su formato de derechas o de izquierdas, los desincentiva para implicarse en un proyecto a largo plazo. Además muchos tienen orígenes europeos y mantienen una vinculación afectiva mayor con estos países que con la realidad de Argentina que escasamente tiene 200 años y además está llena de militares. Un dato curioso, los seis billetes argentinos están dedicados todos a personajes militares.
Algunos ejemplos de la división actual-perpetua en la política argentina:
1) El Gobierno de Cristina Kirchner puso de vicepresidente a Cobos que era del partido de la oposición. Es como si Zapatero pusiera de Vicepresidenta a Esperanza Aguirre. Era una locura anunciada, y así ha sido. Ejemplo de esta esquizofrenia son las cartas de oprobio que la oposición envía a las embajadas extranjeras para hablar mal del gobierno mientras anhela un país cívico como el vecino Chile.
2) La inflación oficial es del 7%, pero la real llega al 20%. Los sindicatos, fieles a las políticas económicas del gobierno en cuanto a subvenciones y favores personales, ya han dicho que ellos negociarán en sus respectivos feudos la inflación real. Tontos no son. Los dirigentes sindicales llevan treinta años en el poder y no permiten la libertad sindical en el país, aunque un juez se atreviera el año pasado a romper esta regla del monopolio permitiendo que los trabajadores elijan su sindicato. ¿Pero quién se atreve a hacerlo y se juega su puesto de trabajo? Cada año se destinan inútilmente millones de pesos en subsidiar la economía con lo que se desincentiva la inversión. Una gran parte del PIB argentino se pierde cada año en mantener empresas privadas que a su vez y debido a los bajos precios de los servicios no tienen incentivo en mantenimiento e inversión. Total, el año que viene seguirá la subvención. Según Martín Lousteau, ex ministro de economía expulsado por Kirchner por pensar a largo plazo, lo que Argentina destina en subvenciones cada año en proporción a su PIB es similar a lo que EEUU ha gastado este año en salvar a los bancos.
3) El gobierno quiso hacer una reforma agraria a inicios del 2007. Aún hoy se oyen los sables de la pelea entre los caudillos del campo y del peronismo. Argentina podría haber encauzado su futuro económico para la próxima década ya que es un gran productor de alimentos, en potencia, pero en lugar de esto y debido al conflicto está perdiendo mercados en donde era líder como en el de la carne, la leche y el trigo.
4) El modelo financiero solo está pensado para mantener la demanda interna en base a consumo. Los créditos son a tasas del 30% anual lo que demuestra que la inflación no puede ser del 7% sino del 20 o 25%. Además no hay tributación sobre rentas financieras mientras que el impuesto más aplicado es un IVA del 21% totalmente regresivo
¿Pero todo esto tiene un principio que lo explique? Según Daniel Muchnick el error estratégico de Argentina viene de lejos ya que las divisiones empezaron en el mismo momento en que nació el país. Son cuatro las principales causas de su subdesarrollo: reparto de la tierra, proteccionismo económico, inseguridad financiera y militares.
1) Inicios del siglo XIX. En Argentina los cabildos daban derechos temporarios en el uso de la tierra, no querían saber nada de la propiedad privada. Esto hizo que los estancieros, auténticos caudillos, no tuviesen incentivos para crear un comercio campo-ciudad. De esta manera a los caudillos terratenientes les convenía vender bien sus producciones agrícolas al mercado externo para importar productos de lujo y no favorecer una industria interior en beneficio de la burguesía de Buenos Aires que necesitaba protección. De hecho siguieron el modelo español de desarrollo que hipotecó cualquier revolución industrial en España. Canadá y Australia protegieron su industria incipiente y crearon un mercado ciudad-campo.
2) Inseguridad política y financiera en todo el siglo XIX. En 1822 la banca inglesa Baring Brothers otorgó un crédito a la Argentina para construir un puerto en las pantanosas aguas del Río de la Plata. Pues bien el dinero se esfumó, la obra se realizó décadas más tarde y la banca finalmente quebró. Los ingleses no perdonan una, y menos a un país que los derrotó militarmente a inicios del siglo XIX y los echó para siempre de Sudamérica. En 1943 el gobierno argentino, que era militar, quiso reactivar la economía con los fondos que tenían en reservas en Gran Bretaña. Pero Gran Bretaña los bloqueó ya que hacía tiempo habían decidido apostar por otros socios anglófilos en su expansión comercial y olvidarse de estas tierras. Más tarde Perón pudo utilizar estas cuentas…pero para comprar la red ferroviaria que los mismo ingleses habían plantado en el país y que aún hoy sigue y que como pueden imaginar se cae a pedazos. Son muchos argentinos que aún se lamentan de la victoria de las tropas argentinas sobre los ingleses a inicios del siglo XIX. Ahora serían como Canadá o Australia. Otro error estratégico por seguir la mentalidad española.
3) Después de la crisis del 1929 el sistema financiero quebró, afectando muy seriamente a las economías y derrumbando los precios de las exportaciones. En Estados Unidos, país a quién Argentina copió la Constitución, apostaron por el New Deal o nuevo pacto social para salir adelante. Argentina apostó, equivocándose nuevamente, por el proteccionismo al igual que la España de Franco. Hoy día aún es un país tremendamente proteccionista lo que impide su desarrollo ya que va contra toda la lógica de la economía mundial. Una economía abierta permite que las empresas del país tengan que competir con las de afuera y esforzarse en proponer calidad. Esto es lo que atrae inversiones y crea puestos de trabajo en Chile que hoy en día tiene una media arancelaria entre importaciones y exportaciones del 1%.
4) Argentina en los últimos 40 años tuvo veinte presidentes militares que no pasaron por las urnas. Por mucha renovación que impulsara Perón en sus inicios, su mentalidad militar ha hecho y sigue haciendo mucho daño a la política Argentina. El objetivo es siempre vencer y eliminar al contrario.
En fin, mientras busco trabajo en este bendito país, me imagino a los chicos uruguayos con sus portátiles en mano o las esperanzas de futuro de Chile que cada vez son más robustas o el auge de Brasil, que aunque no es oro todo lo que reluce, saben vender muy bien la marca país. ¡Ah bueno! Me olvidaba del sector turismo. El turista no se entera de nada ya que vive en una burbuja maravillosa rodeado de espacios naturales increíbles. Es un país maravilloso para visitar, para comer y para hacer amigos.
Y para vivir también, mientras tengas una economía propia que rinda bien. Por ejemplo una mucama con cama cuesta en Argentina unos 1300 pesos, es decir, 250 euros. Saben conjugar la modernidad con las tradiciones de toda la vida. Me recuerda mi infancia tan llena de gratos recuerdos en encuentros familiares por las verbenas de San Juan y luego la de San Pere en la Barcelona de los años 70. Era algo mágico, familiar, humilde y sin pretensiones. Este estilo de vida del contacto humano, del amigo, del encuentro familiar semanal, del quedar para tomar un café y simplemente charlar no se ha perdido en Argentina y esto da mucha calidad de vida. Y por eso muchos vuelven.
Estoy contento de vivir aquí aunque no soy del todo feliz ya que me acecha una angustia por la falta de trabajo, por el trabajo y por las injusticias sociales que hay. No estoy acostumbrado a estas injusticias que son el ADN de toda latinoamérica. En fin, que para superarlo este jueves 28 nos vamos unos días de vacaciones a las sierras de Córdoba . ¡Ojo! Me voy de camping que todo está muy caro. Ya les contaré.
lunes, 25 de enero de 2010
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