BIENVENIDO BICENTENARIO
Mientras Martín Palermo cantaba bajo la lluvia el milagroso gol ante Perú que, en el último minuto, daba la casi segura clasificación para el mundial de Sudáfrica, los Kirchner cantan a los cuatro vientos patagónicos su inocente savoir faire para enriquecerse brutalmente durante estos años de su mandato. No tengo nada en contra del enriquecimiento personal, ni estoy capacitado para saber si éste ha sido legal o ilegal. Pero no encuentro justo que los próceres argentinos, Néstor y Cristina, no hayan podido aplicar sus exitosas recetas económicas peronistas para bajar los índices de pobreza del país y sí, en cambio, las han sabido aplicar para hacerse millonarios mientras están en el poder. Ya se sabe que cuando uno tiene pluriempleo dedica más esfuerzos a aquello que le es más rentable.
Me imagino la sonrisa de Néstor Kirchner cuando, siendo gobernador de la provincia de Santa Cruz, veía los eternos glaciares del Perito Moreno. Seguramente pensaba que a él no le iban a congelar el futuro y que la mejor manera para zafar del presente era llegar a presidente. Me imagino a su mujer, Eva Cristina Fernández de Kirchner y de Perón, disfrutar con sus vástagos de lindas excursiones por la vasta Patagonia y, cuando en un día de tormenta se protegió en la cueva de las manos - patrimonio de la humanidad por sus espléndidas pinturas rupestres – descubrió allí en un arrebato místico las manos del poder político que un día ella también tendría el privilegio de manejar.
Esto ocurría a inicios del siglo XXI en la Patagonia. Hace unos meses paseaba mis ensoñaciones por la calle corrientes cuando de reojo leí un titular que me llamó la atención: la justicia argentina averiguará las razones del incremento patrimonial de los Kirchner. Su patrimonio era de 6 millones de pesos en 2003 – 1,5 millones euros - cuando dejó el cargo de gobernador de la provincia de Santa Cruz para asumir la presidencia del país. El actual patrimonio de la feliz pareja es de 44 millones de pesos (casi 10 millones de euros). La prensa ha publicado las razones de dicho aumento. Se deben a tres factores: intereses financieros cobrados en tasas superiores a las que daba el mercado, compras de terrenos por debajo del valor fiscal y vendidas a precios altamente recalificados y alquileres de hoteles de su propiedad a organismos estatales por tarifas desorbitadas. Desde ese momento hasta el día de hoy el rifirrafe dentro del peronismo para descubrir las causas de este enriquecimiento ha sido divino. Es un rifirrafe en su sentido pleno de la palabra ya que tanto el gobierno como la oposición, ambos peronistas, han mantenido una larga contienda o bulla ligera sin trascendencia. Al final ni el juez, ni los fiscales, ni la oposición han querido ver en este caso nada ilegal y se han lavado las manos dando carpetazo al asunto y así no perderse ni un día de vacaciones en estériles juicios contra la posible corrupción.
Argentina lleva viviendo en democracia unos 25 años. Días atrás leía un artículo de Julián Schvindlerman, en la revista de la comunidad Amijail del año 5768 judío, sobre la paradoja de la tolerancia y en él descubrí que desde comienzos del siglo XIX hasta finales del siglo XX hubo 199 guerras en el mundo entre dictaduras, 155 entre democracias y dictaduras y ninguna guerra entre democracias. Esta es una muy buena noticia, pensé. Cada país hace su democracia según su cultura y es evidente que en Suramérica tienen un estilo distinto al de Europa, perfectamente válido si los lleva a progresar y a vivir en paz y en justicia con los vecinos y con ellos mismos.
Pero hay razones para pensar que sí existen guerras en democracia y son las que tienen que soportar muchos argentinos pobres para sobrevivir en su país en medio del caos que genera la corrupción y la impunidad. La consultora SEL que dirige Ernesto Kritz dio unos datos en el mes de octubre de 2009 en donde decía que en el Gran Buenos Aires hay 3,5 millones de pobres de los cuales 1,2 millones están en grado de indigencia. Casi un 40% de la población argentina es pobre. Son muchos pobres y muchos ojos inocentes de niños y adolescentes que cuando se les preguntó en una encuesta que era lo que deseaban para una vida mejor contestaron que por favor alguien ayudara a sus padres.
¿Existe alguna receta económica peronista para todo ello? Sí, existe. Gran parte de la deuda externa que Argentina debe al Club de París está indexada según la inflación, es decir, a más inflación mayor será el monto a devolver. La solución kirchnerista para el retorno de la deuda ha sido maquillar los datos estadísticos del INDEC (El INE de España). En Argentina la inflación oficial es del 7%, la real de más del 20%. Con esto se devuelve menos deuda y al mismo tiempo hay menos pobres ya que para subsistir con una inflación del 7% se necesita una canasta básica menor. ¡Que gran mentira! La pobreza sube y con ella sube la delincuencia y la inseguridad. Todo "sube, sube, sube" pero no como "bandera del amor" sino como estandarte de un país injusto.
El 2010 será el año del bicentenario. Mientras, la justicia y los líderes políticos nos llevan hacia una muerte social anunciada. Este país ya no necesita líderes en quien confiar porque ya nadie cree en ellos. Los vecinos Lula y Bachelet se retiran de la política con altos índices de reconocimiento por su único trabajo que ha sido el de gobernar un país, los argentinos putean a la feliz pareja por su pluriempleo, el de gobernar la pobreza de todos y el de administrar la riqueza de ellos. Una Argentina en donde viven padres y madres de niños pobres a los que se les muere el futuro cada día que pasa. Y una Argentina llena de mártires por las muertes de jubilados, enfermeras, arquitectos, abogados, catequistas, etcétera que fueron objeto de asesinato en este año que ya se va para robarles tan solo unos 20 o 100 pesos (entre 5 y 20 euros). Todos ellos son los nuevos mártires de esta religión que es el peronismo y que cantan a coro junto a la gran Mercedes Sosa y a Raúl Alfonsín por las miserias y esperanzas de este pueblo estimado. Tanto Mercedes como Raúl lucharon contra la dictadura y la barbarie para que este país fuese más justo, pero este año han muerto sin poder aún ver la tierra prometida. A veces percibo cantos de esperanza y me parece oír la voz de Mercedes Sosa interpretando el bello salmo 112 sobre el hombre justo que da con largueza a los pobres.
No los quiero molestar más porque seguro que están pensando en las futuras vacaciones. Como los Kirchner que las van a pasar en su bella Patagonia. Me imagino a Néstor con su sonrisa contemplando los hermosos glaciares y pensando en la teoría de la punta del iceberg (en Cataluña se llama la paradoja de Félix Millet) que dice así: si te agarran robando dí solo que te llevaste un 10% de lo que realmente fue, como el iceberg que solo se deja ver en un 10%. Al menos ahora que ya es millonario podrá algún día con más tranquilidad explicar que fue de los 535 millones de dólares que recibió su provincia cuando él era gobernador de Santa Cruz por regalías hidrocarburíferas mal liquidadas y por que aún hay unos 390 millones de ellos en cuentas en Suiza. Por cierto, la simbología de las manos en las cuevas neolíticas expresan los deseos en forma de plegaria que los hombres y mujeres de esa época hacían a la madre tierra para pedir fertilidad y un futuro mejor. A pesar de los pesares pienso que entre todos podemos construir aquí y allá un futuro mejor. Con mis mejores deseos: ¡feliz año nuevo!
jueves, 31 de diciembre de 2009
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Feliz Año!, qué bueno recibir noticias de la Argentina que, aunque sólo tuve ocasión de vivir durante un mes, me resultó apasionante!
ResponderEliminarBesos. Alicia.